miércoles, febrero 23

Atardecer en el rosario

Giran muchas nubes
en un espacio
que pierde tiempo

Vivo un atardecer constante,
el atardecer de un dia
muy largo.
Con sus horas contadas
minuto a minuto
y lagrima a lagrima.

Ya termina.
La noche se acerca
pero el cielo impregnado
de tristeza
de furia
de cansancio
se niega a desaparecer.

Nos acompañamos en estos
eternos segundos de desesperanza
mirando juntos el horizonte
de nuestros sueños.

Aún no acaba,
el día no ha muerto

son sus instantes
antes del paredón.

Yo soy testigo de su agonía.

Silencioso compañero en el epílogo.

Ahora se arrastra
mas lento
sofocado
por lo vapores de sus sueños rotos.

Lejanos mundos
murmuran su réquiem
pálidas sombras
acechan sus cenizas.

Cae.
se desploma sobre mil muertos
tal vez aún

no sea consciente
de su inexistencia.
tal vez solo espera
el momento
de recordarse

que ha de renacer.


S.